Taxis Rosa En Moscú

Si ya supone un problema para los hombres coger un taxi en pleno Moscú, mucho peor lo tenemos las mujeres.

Los taxis oficiales escasean y, los llamados "piratas", abundan. Los piratas son vehículos particulares que viven de participar en carreras ilegales, y sacan tajada extra haciendo algunos viajes haciéndose pasar por taxis. Para conseguir uno, no debes pedirlo por teléfono, sino que tienes que detenerte en la acera, pararán varios taxistas piratas y tendrás que negociar el precio antes de subir con el conductor del "taxi".

Pero las mujeres nos tenemos que enfrentar también a otro tipo de "problemillas". Si los piratas son irrespetuosos con los clientes, los taxistas oficiales no se quedan atrás. Son conocidos por molestar a las mujeres con groserías y acosos, además de por llevar la música a todo volumen mientras escupen por la ventanilla.

Esto parece de risa, pero es cierto.

Olga Fominá ha llevado a cabo una iniciativa innovadora sacando la idea de ciudades como Tokio o Londres. Ha montado su propia empresa de taxis. Son de color rosa. Todas las conductoras son mujeres. Un hombre sólo puede subir si va acompañado por una mujer. Esta idea parece haber sido un éxito, los clientes llaman a todas horas y Fominá ya está pensando en aumentar el número de vehículos debido a la fuerte demanda.

El rosa es un color alegre y resalta entre los demás, ya que no es habitual. Lo mismo les pasa a mujeres como Olga, que destacan por sus ideas. Es algo nuevo, algo de lo que se debía tomar ejemplo en otros campos del sector laboral. Iniciativas como esta son las que nos permiten a las mujeres alcanzar un peldaño más en nuestra escalera hacia la igualdad. Solo hay que tener la intención y las ganas de cambiar el chip de mucha gente que piensa que sólo por ser mujer ya tienen derecho a soltarnos groserías y faltarnos al respeto. Apoyo estas iniciativas y animo a todos (tanto hombres como mujeres) a intentar cambiar estos estereotipos. ¡Viva el rosa!


(Fuente: El País)